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miércoles, 25 de octubre de 2017

ANTIGUAS CARRETERAS NACIONALES DE ESPAÑA



Lista completa de todas las antiguas carreteras nacionales de España


En la página que enlazamos a continuación listamos todas las carreteras nacionales españolas definidas en el llamado «Plan Peña» (1939), cuando se crearon, más aquellas que han nacido bajo su vigencia, es decir, en el periodo comprendido entre 1939 y los años 80, de una forma organizada, poniéndolas a disposición de cualquier persona que desee obtener cualquier dato de estas carreteras.

Aunque la categoría de carretera nacional sigue existiendo en España, algunas de estas carreteras nacidas en el periodo descrito anteriormente desaparecieron en los años 80 fruto de las transferencias a las diferentes comunidades autónomas, aunque la mayoría siguieron existiendo (y existen, o han sido transformadas en autovías).

En esta lista no mostramos las nacionales más modernas, es decir, aquellas que han sido creadas con posterioridad a los años 80 y que, por consiguiente, nunca estuvieron reflejadas en el Plan Peña original ni existieron bajo la vigencia de este.

No solo incluimos la lista completa de antiguas nacionales, sino que proporcionamos además una explicación acerca de qué eran estas carreteras, cómo surgieron y cuáles eran las reglas que regían (y rigen, en la mayoría de los casos) su numeración.



viernes, 20 de octubre de 2017

LAS AVENTURAS DEL SARGENTO NOGUERAS Y EL GUARDIA BRIONGOS. (Motoristas de la Guardia Civil de Tráfico). 22ª Entrega y última


Este es un relato de ficción. Todos los personajes, los lugares y las situaciones son, por lo tanto, imaginarios, y cualquier parecido con la realidad ha de considerarse como una mera coincidencia. Fue publicado por primera vez en el año 2004 en un foro motorista de internet, y debido a determinados pasajes escabrosos de la narración se hizo necesario aplicarle algún tipo de omisión o censura en alguna de las entregas. Se ofrece ahora íntegro en su versión original en este blog, y por tal motivo hemos de advertir que LA LECTURA DE ESTE RELATO NO ES ADECUADA PARA MENORES DE DIECIOCHO AÑOS.



Un relato de Route 1963

Nogueras estuvo largo rato sin decir nada, sumido en una especie de letargo reconcentrado y meditativo, pese a que se le había quedado la mente en blanco y era incapaz de elaborar reflexión alguna. Apoyó los codos en el depósito de la moto y se tapó la cara con las manos. Recordaba haber leído en algún libro, aunque no sabía en cuál, una frase que decía que quien en su desdicha se cubría el rostro con las manos parecía que se estaba haciendo la mascarilla de su pena. Pero no era pena lo que él sentía, quizás, sino sólo un estupor colosal que le provocaba un zumbido agudo en los oídos y le nublaba la vista. Soplaba un viento fresco y agradable en la explanada del Alto del Tossal que mitigaba deliciosamente los calores de la tarde de agosto. El sargento Ceferino le tocó suavemente en el hombro.

Me tengo que llevar un momento tus papeles —le explicó como si sintiera cierta lástima de él—, y lo más probable es que no pueda devolvértelos. Pero en todo caso que sepas que las motos se van a quedar inmovilizadas aquí mismo.

Nogueras se volvió. Su mirada turbia evidenciaba toda la intensidad de su triste abatimiento.

Oye, Seferino...

Dime.

¿No habrá alguna manera de arreglar esto, de taparlo..., no sé..., de evitar que llegue a conosimiento de las instansias superiores? Tú ya me entiendes.

Ceferino negó tajantemente con la cabeza.

Claro que te entiendo, Nogueras, pero no. Ya te he dicho antes que os habíais caído con todo el equipo. Y en lo que a mí me compete, yo no puedo hacer nada que no sea cumplir escrupulosamente con mi obligación. Ponte ahora en mi lugar y entiéndeme tú a mí.

martes, 10 de octubre de 2017

LAS AVENTURAS DEL SARGENTO NOGUERAS Y EL GUARDIA BRIONGOS. (Motoristas de la Guardia Civil de Tráfico). 21ª Entrega


Este es un relato de ficción. Todos los personajes, los lugares y las situaciones son, por lo tanto, imaginarios, y cualquier parecido con la realidad ha de considerarse como una mera coincidencia. Fue publicado por primera vez en el año 2004 en un foro motorista de internet, y debido a determinados pasajes escabrosos de la narración se hizo necesario aplicarle algún tipo de omisión o censura en alguna de las entregas. Se ofrece ahora íntegro en su versión original en este blog, y por tal motivo hemos de advertir que LA LECTURA DE ESTE RELATO NO ES ADECUADA PARA MENORES DE DIECIOCHO AÑOS.



Un relato de Route 1963

Hay algunas situaciones concretas de la vida en las que no querrías ser tú, con tu nombre y apellidos, ni hallarte dentro de tu cuerpo, ni encontrarte en el lugar en el que te encuentras. Eso fue lo primero que pensó Nogueras en aquel nefasto trance. Y sin embargo era él, con su nombre y apellidos —Vicente Nogueras Claramunt—, y se hallaba dentro de su cuerpo ceñido por un mono de cuero, y se encontraba precisamente allí, en la explanada de la cima del Alto del Tossal, a casi dos mil metros de altitud, cuando aquel hombre con uniforme y gorra verdes que llevaba una pistola al cinto le hizo señas imperativas con el brazo para que se detuviera. Ahora sí que la hemos jodido, se dijo Nogueras en voz alta mientras apretaba con fuerza la maneta de freno de la ZZR-1100 al tiempo que iba bajando marchas para reducir su velocidad. Naturalmente la tentación de huir le asaltó al instante, como sabía que le asaltaba a tanta gente que huía, de hecho, de los controles de carretera en los que él mismo intervenía con frecuencia en el ejercicio de su rutina laboral. Y alguno de estos conductores fugitivos todavía tenía la fortuna de poder evitar severas sanciones denunciando en falso el robo del vehículo, aunque lo habitual solía ser que se descubriera el engaño y se agravase la cuantía de la multa. De todos modos después vio por los retrovisores como un segundo hombre vestido de verde y con pistola al cinto hacía también señas a Venancio para que se detuviera, cosa que él hizo sin titubear poniendo el intermitente derecho, así es que esto ya terminó por disuadir a Nogueras de cualquier tentación de huir. Resignado a su suerte paró la moto y se puso a esperar las malas noticias que a buen seguro estaban por llegar. Ahora sí que la hemos cagado, no cesaba de repetirse a sí mismo, la hemos cagado pero bien.

Por supuesto, aquella carrera temeraria que venían disputando hasta ese momento acababa de ser abortada de manera expeditiva sin que hubiese un vencedor final. Pero ya no era esta la carrera que a Nogueras le preocupaba, sino otra: su carrera profesional, esto es, su porvenir inmediato como agente en activo de la Guardia Civil de Tráfico. Porque, o mucho se equivocaba, o aquel tremendo traspiés que acababa de dar en compañía de Venancio podía acarrearle muy graves perjuicios e incluso la inmediata expulsión del benemérito Cuerpo.