Este es un relato de ficción. Todos los personajes, los lugares y las situaciones son, por lo tanto, imaginarios, y cualquier parecido con la realidad ha de considerarse como una mera coincidencia. Fue publicado por primera vez en el año 2004 en un foro motorista de internet, y debido a determinados pasajes escabrosos de la narración se hizo necesario aplicarle algún tipo de omisión o censura en alguna de las entregas. Se ofrece ahora íntegro en su versión original en este blog, y por tal motivo hemos de advertir que LA LECTURA DE ESTE RELATO NO ES ADECUADA PARA MENORES DE DIECIOCHO AÑOS.
Un relato de Route 1963
—¡Son tiros! —dijo Mónica asustada.
—No son tiros —replicó el sargento con voz agria—. ¡Ahí está, ese maldito cabrón! Ya me había olvidado de él.
—¿Quién es?
—El chulo de Venansio —dijo Nogueras con desprecio—. Creo que es amigo tuyo, ¿no?
Sonaron más estampidos. Mónica abrazó al sargento como si buscara su protección.
—No es amigo mío —explicó la chica temblando de miedo—. Viene por aquí a menudo y ni siquiera le soporto.
—¡Mírale, qué gilipollas! ¡Va a quemar la moto con esas tonterías!
—¿Y ese ruido tan espantoso?
—Está hasiendo cortes de ensendido, el muy animal.
Mónica le miró con incredulidad.
—¿Cortes de qué?
—Déjalo, xiqueta, vamos a vestirnos ahora mismo. Este imbésil querrá entrar aquí. Y acaba de aguarnos la fiesta.