En los años 60, ciudadanos alemanes en viaje de negocios o de turismo por España, grabaron algunas cortas secuencias de película (seguramente en formato Súper 8) con sus tomavistas, que así es como se denominaban entonces estas máquinas antecesoras de las actuales videocámaras. Tal vez no fueran necesariamente personas de nacionalidad alemana, pero al menos estos fragmentos de película los hemos encontrado por casualidad, entre otros miles de ellos de distintas épocas y países del mundo, en una web alemana que los ofrece al nada módico precio de 53 euros la unidad, aunque en la mayoría de los casos estas grabaciones tengan una duración comprendida entre los 3 segundos y el medio minuto como máximo. Se comprueba que originalmente varias de estas grabaciones han sido fragmentadas de películas homogéneas de mayor duración, hasta el punto de que uniendo dichos fragmentos podría recomponerse la grabación completa en cada caso. Avaricia comercial, podríamos denominarlo, y por este motivo, aunque en principio anunciamos en nuestra página de Facebook EN LA CARRETERA (en donde hemos ido subiendo regularmente los fragmentos), que divulgaríamos el enlace a la web alemana, finalmente no lo haremos, para no concederles una publicidad gratuita que en absoluto se merecen.
Sin embargo, no existiendo ningún impedimento técnico para la descarga de estos brevísimos fragmentos de película, lo que hemos hecho ha sido bajarlos al ordenador, posteriormente recopilarlos y montarlos en un único video de cinco minutos de duración y subirlos a YouTube. No hemos manipulado los fragmentos de película ni suprimido las marcas de agua que llevan sobreimpresionadas, con lo cual no creemos haber infringido ningún derecho de copyright con este trabajo de recopilación.
La mayoría de estas tomas originales en celuloide, posteriormente digitalizadas con las modernas técnicas actuales de procesamiento audiovisual, fueron grabadas tanto en blanco y negro como en color en las calles de las ciudades de Madrid y Barcelona, y pueden datarse sin dificultad en los años 60 del pasado siglo, con la excepción del primer fragmento, grabado en la capital catalana en los años 30. Los últimos fragmentos, también de los años 60, fueron filmados en algún ámbito rural de Andalucía que por el momento no hemos intentado identificar. Algunos de los fragmentos recopilados contenían audio, pero al montarlos en nuestro video este audio se ha perdido por razones técnicas desconocidas, con lo cual hemos considerado el video íntegro mudo, sin que nos hayamos tomado el trabajo de añadirle una banda sonora, del todo innecesaria, ya que el enorme interés de las imágenes debe primar por encima de todo.
Unas imágenes que nos muestran el tránsito rodado en Madrid y Barcelona (y en una carretera de alguna provincia andaluza) en la época, con la consiguiente exhibición de elementos urbanos y de vehículos rodantes de todo tipo hoy convertidos en reliquias históricas. Motocicletas, taxis, autobuses, camiones, autobuses, turismos y tranvías desfilan en constante movimiento ante el objetivo de la cámara tomavistas que portaba un individuo anónimo verdaderamente interesado en capturar la vida cotidiana de la España de aquel tiempo. Muy probablemente se trataba de un turista, alemán o de otra nacionalidad, y sorprende la increíble calidad de las películas, en especial las rodadas en color, lo que evidencia que disponía de unos medios técnicos muy avanzados para la época. Durante mucho tiempo los noticiarios del NO-DO nos habían ofrecido escenas semejantes del tránsito rodado en las ciudades y carreteras españolas, pero por lo general siempre en blanco y negro, y cuando excepcionalmente lo habían hecho en color la calidad era muy inferior a la obtenida por este reportero desconocido.
No menos interesantes ni sorprendentes, en profundo contraste, además, con las escenas urbanas anteriormente descritas, los últimos fragmentos recopilados en el video, rodados en color en un ámbito rural andaluz por el que aparecen camiones Ebro y Nazar, pero sobre todo diferentes paisanos, auténticos arquetipos del campesinado español, desplazándose por la carretera a lomos de sus caballerías y portando diversas mercaderías agrícolas. Unas estampas costumbristas de otro tiempo que ahora nos parece muy lejano, aunque sólo nos separe de él apenas medio siglo.
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