Seguimos descubriendo verdaderas joyas documentales de la historia contemporánea de España relacionadas con la carretera en los archivos públicos digitalizados de la Filmoteca Española. En este caso el hallazgo no es nuestro, sino de uno de nuestros seguidores de la página de Facebook EN LA CARRETERA, pero tanto da. Lo interesante es encontrar estos reportajes entre cientos de ellos y divulgar el descubrimiento para que pueda ser disfrutado colectivamente. Y además, en esta ocasión, semejante hallazgo nos resulta especialmente oportuno para elaborar sin demasiados quebraderos de cabeza la correspondiente entrada mensual del blog.
Tampoco se complicaron excesivamente la vida los realizadores del reportaje. Apenas diez minutos de película en color y un guión muy sencillo para mostrarnos rápidamente los lugares más emblemáticos de la Costa Blanca alicantina, cuando todavía no había sucumbido al furor destructivo del turismo, que en los años siguientes transformaría para siempre, y a peor, la fisonomía de la zona.
Dos señoritas supuestamente francesas (pero que en realidad son españolas, como se lee en los créditos previos de la película) recorren esta franja de la costa mediterránea a bordo de un Renault 4-4 con matrícula igualmente francesa (aunque con toda seguridad falsa, o por lo menos imaginaria), y partiendo de Oliva (Valencia) van haciendo diversas escalas en Denia (y erróneamente dicen que esta población guarda restos celtas y romanos, cuando en realidad son fenicios y romanos), Jávea/Xàbia, Cabo de la Nao/Cap de la Nau, Moraira, Calpe/Calp, Castell de Guadalest (pintoresca localidad del interior), Altea, Villajoyosa/La Vila Joiosa, Benidorm, Playa de San Juan/Sant Joan, Alicante/Alacant, y Elche/Elx, cuya visita al célebre Palmeral da por finalizado su viaje y el reportaje, dando a entender que regresan a Francia en su simpático Renault 4-4 de matrícula falsa (o por lo menos imaginaria).
Pero a pesar de su sencillez, e incluso candidez -o precisamente por ello-, muy del gusto de la época, este reportaje resulta delicioso y evocador, y casi sesenta años después nos permite comprobar qué poco queda de aquel territorio, entonces casi virgen, y hoy absolutamente devastado e irreconocible por culpa de los desmanes urbanísticos del turismo. No hemos podido resistir la tentación de descargar el reportaje y subirlo a Youtube para poder ofrecerlo por aquí. Que lo disfrutéis al menos tanto como lo hemos disfrutado nosotros.
Ay va! La Vila, ni siquiera yo la he conocido así, y Benidorm sin edificios, pero Calp sin pueblo, jaja.
ResponderEliminarLos que amen esta tierra echarle un ojo, merece la pena.