Un artículo de Tarik Bermejo
La hoy N-340, esa carretera para muchos conocida por ser la más extensa de cuantas surcan España (recordemos aquí que como tal nace en la provincia de Cádiz y termina en la de Barcelona), posee la peculiaridad de atravesar zonas muy diversas. Una de ellas se halla en la provincia de Almería, y más concretamente, entre los municipios de Roquetas de Mar y Almería. Acostumbrado el conductor a circular durante más de tres decenas de kilómetros por un trazado casi rectilíneo y con ausencia de grandes desniveles por el Campo de Dalías, resulta llamativo el cambio abrupto que surge pasado el núcleo de Aguadulce, situado hoy en las faldas de la autovía A-7, inaugurada en enero de 1995. Es desde este punto hasta la capital de provincia donde se sitúan las últimas estribaciones de la sierra de Gádor, y la carretera se torna en accidentada, con grandes tajos y acantilados.
No obstante, esta carretera ha tenido un largo devenir en su historia. A día de hoy aún se conserva el llamado camino viejo o camino histórico, datada su construcción en diferentes épocas según los intereses de los datadores, si bien el paso del tiempo ha hecho mella en él y muchos tramos se encuentran derruidos o bajo obras posteriores. Lo más curioso de este paso son sus obras de fábrica, pues todos los barrancos y pasos de agua están salvados mediante puentes, así como los muros de contención, que podría decirse que son kilométricos, y que se conservan en relativo buen estado en largos tramos del recorrido.
Imagen 1: trazado de la carretera de segundo orden de Almería a Málaga, según planimetría obtenida del IGN.
Imagen 2: obra de fábrica que salva el barranco de San Telmo, en las cercanías del puerto de Almería.
Imágenes 3 y 4: restos de una obra de fábrica y de camino junto a la urbanización de Castell de Rey.
Imagen 5: obras de fábrica situada en el barranco de La Garrofa.
Imágenes 6 y 7: muros de contención que se conservan en amplias partes del recorrido.
Imágenes 8, 9, 10 y 11: restos del camino viejo en la ladera oeste del barranco de La Garrofa y en las cercanías de la urbanización Espejo del Mar.
Por las referencias encontradas la carretera original de segundo orden de Málaga a Almería se empezó a construir en 1865, pero no fue hasta 1881 cuando finalmente se abrió al tráfico, lo que pone de manifiesto las enormes dificultades con que se tuvo que lidiar a la hora de su construcción. Una de estas referencias es la que aparece en la Revista de Obras Públicas que se reproduce a continuación: